"Los Niños del Guanacaste"

 

Comentario del periodista José Luis Valverde Morales, Cámara Nacional de Radio (CANARA).

Algunas veces nos quejamos de la influencianegativa de algunos medios de comunicación colectiva, nosresentimos particularmente de los noticieros de radio,televisión y de la prensa escrita que parecieranempeñados en vendernos la idea de un mundo desenfrenado dealcohol, sexo, violencia y drogas y por lo tanto demuerte.

Por eso resulta gratificante para elespíritu leer un artículo del periodista PabloBulgarelli, del diario La Nación, relacionado con miles deniños del Guanacaste quienes al menos seis veces al añocambian sus estrechas y calurosas aulas, por las paredes del infinitode los Parques Nacionales de su región.

La foto es elocuente sentados en medio de lahojarasca, con sus piernas protegidas por atuendos de cuero (poraquello de una inoportuna serpiente), con los ojos vendados y lossentidos prestos, tratan de descubrir los ruidos y los aromas delbosque.

Niños de la escuela Buena Vista, Cañas Dulces; descubriendo los sonidos y aromas del Bosque Seco. Foto ACG/R.Vega.

Estoy seguro que de esos niños guanacastecos nunca se extenderá una mano para incinerar la montaña, como presuntamenente lo hizo uno de sus mayores, al destruir de manera criminal, centenares de hectáreas del área de conservación de la provincia.

Pero no solo los pequeños de esa región deberían gozar del privilegio de recibir clases en la diversidad de un Parque Nacional.

Es urgente que los niños de la ciudad salgan a purificar sus pulmones y a revitalizar su espíritu en 1a intimidad de la espesura del bosque.

Los padres de familia y los educadoresdeberíamos ser más creativos, por ejemplo cuandopensemos en la fiesta de fin de curso lectivo, donde no sólose derrocha dinero en fastuosas y multimillonarias despedidas; si noque en muchos casos llueven las famosas &laqno;birras»(cervezas), que se convierten en la antesala fatal de no pocasdesgracias.

Con ingenio todo es compatible. Se podríapor ejemplo, durante un día llevarlos a visitar un ParqueNacional y por 1a noche si quieren, que se aturdan con el ruido de suestridente música, al fin de cuentas, hay discotecas cerca deCarara en el Pacífico Central, en Manuel Antonio, PérezZeledón, igual que en el Guanacaste.

Un encuentro oportuno con la naturaleza puedecambiarle el rumbo a muchas vidas. A la larga en medio de la florestaencuentre respuesta esta Patria, que no aguanta más apríncipes engreídos y no puede seguir dando a luztantos maiceros acomplejados.

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