La Lora de Copete Amarillo: Comportamiento y Conservación

Timothy F. Wright
Departamento de Biología
Universidad de California, San Diego
California, USA.

Lora Copete Amarillo Amazona Auropalliata Foto/C.Hall. 

La observación de un grupo de loras volando, gritando y llamando, es una de las mejores experiencias del bosque tropical. Si se escucha bien, se puede notar que cada especie tiene su propio repertorio de vocalizaciones distintas. El grupo de las loras son excepcionales entre las especies de aves en que la mayoría de sus llamadas no son instintivas, pero son aprendidas de otros miembros de su especie. En cautiverio, las loras tienen la habilidad de aprender y pueden imitar la voz humana (por esta razón tienen mucha popularidad como mascotas.)

¿ Por que aprenden las loras sus gritos, si la mayoría de otros pájaros no los aprenden? Esa es la hipótesis que llevó a mi asesor, Dr. Jack Bradbury y mi persona a realizar la investigación en el Area de Conservación Guanacaste.


Desde 1992, nosotros estudiamos como las loras aprenden y usan sus vocalizaciones en su ambiente natural. Comparando modelos de aprendizaje en algunas especies de loras, su ecología y comportamientos sociales diferentes; esperamos obtener un conocimiento mejor de como las loras evolucionaron en sus habilidades vocales.

El Area de Conservación Guanacaste es un lugar perfecto para estudiar las loras. Las loras son abundantes y fáciles de observar en el bosque tropical seco. Hay cuatro especies de loras observadas en el bosque seco: la Lora de Copete Amarillo (Amazona auropalliata), el Loro Frentiblanca, la Cotorra (Amazona albifrons), el Perico Frentinaranja (Aratinga canicularis), y el Perico Barbianaranjado o Zapoyolito (Brotogeris jugularis). Otras especies del género Amazona y Aratinga son visitantes ocasionales del bosque seco durante el invierno, pero son mas común en el lado Atlántico.

Nuestro proyecto es sobre la ecología, los comportamientos y las vocalizaciones de las cuatro especies comunes. Mi trabajo propio se centra en la Lora de Copete Amarillo, y es esta especie la que voy a discutir aquí.

¿Cómo estudiamos la Lora de Copete Amarillo y sus llamadas? Sabemos que las loras tienen cerca de doce tipos de vocalizaciones diferentes, con muchas variaciones en algunas de estas llamadas. Las preguntas centrales son: 1) ¿Cómo están aprendiendo estos llamados?, y 2) ¿ Cómo son usados?. Al estudiar estos aspectos, colocamos radiotransmisores en algunas loras; estos transmisores son collares pequeños y livianos que permiten a nosotros conocer los movimientos de una lora y seguirla por todo el día. Mientras seguimos una lora, observamos el comportamiento de ella, sus compañeros, y sus gritos. Así, podemos conocer donde va una lora, con quién habla, y que comunican.

Una cosa importante sobre las loras es que ellas son animales muy sociales. Cada noche ellas duermen en dormitorios grandes, de 20 a 300 individuos. Cada mañana, ellas se mueven hacia fuera de estos dormitorios en grupos más pequeños (2 a 14 individuos) para buscar alimento como semillas, flores y frutas. Los adultos siempre andan en parejas acopladas, y estas parejas parecen estar permanente durante sus vidas. Hay mucha competencia por los sitios de nidos buenos, en una cavidad de un coyol o árbol de Guanacaste, estas parejas con éxito visitarán su nido dos veces cada día del año, ésto asegurará que otra pareja no lo robe. Entre estas visitas en la mañana y la tarde, las parejas andan con otras parejas que tienen nidos en el área para buscar alimento. Al final del día, ellas vuelan otra vez al dormitorio comunal para dormir.

¿ Qué comunican las loras unas a las otras? La llamada más común en su repertorio es una llamada que sirve como un grito de contacto entre parejas volando, cerca de sus nidos y el dormitorio. En el ACG, hay algunos dormitorios grandes que contienen 200 a 300 loras. El llamado de contacto del grito de las loras es un poco diferente entre cada uno de estos dormitorios. Más largo del ACG, al Sur de Liberia, la misma especie de loras usan llamados completamente diferente en el mismo contexto. El mismo fenómeno existe al norte, cerca de la frontera con Nicaragua, donde el llamado de contacto es muy diferente del grupo del ACG. Estos tipos de diferencias son conocidos como dialectos, y este es el primer ejemplo documentado en las loras. Es como si las loras del ACG hablan español, las del sur hablan inglés, y los del norte francés: todas tienen palabras que se usan en las mismas situaciones, un grupo dice buenos días, otros dicen, good morning o bon jour.

La Loras de Copete Amarillo tienen también otras vocalizaciones con modelos interesantes de variación. Las parejas gritan algunos tipos de dúos complejos, en el cual cada miembro de la pareja canta sucesivamente. La mayoría de estos dúos están cantando cerca del nido, y son usados para declarar la propiedad del nido contra otras parejas que quieren este nido. Cada pareja tiene su propia versión del dúo; así las parejas pueden aprender de los dúos de sus vecinos y reaccionar más rápido a los gritos de una pareja entrometida. Entonces, parece que la habilidad de las Loras de Copete Amarillo en aprender las vocalizaciones son usadas principalmente para reconocimiento: -aprender las llamadas complejas nesesarias para ser conocidas como individuo, -conocer las llamadas distintas de otras. Cuando una lora aprende las palabras humanas, es por que ellas quieren hacer las llamadas de su nuevo rebaño. Estas conclusiones tienen implicaciones interesantes por cuanto se ha evolucionado en la habilidad de aprender en loras y otras aves, y posiblemente en los humanos también.


Pero no todo es conocido sobre las loras del ACG. Nadie sabe por cuantos años una lora puede vivir en la naturaleza, pero es posible que ellas vivan por unos treinta años. Aunque esto es bueno para una lora, se da una visión falsa de la salud de una población de loras. En muchas poblaciones de loras, los sitios buenos para nidos son un recurso limitado para la población, y casi el setenta porciento de una población no tiene nidos cada año . Si hay mucha depredación de los pichones, por depradores naturales o por humanos que los sacan del nido, habrán muy pocos juveniles que entran en la población en un año. Como las loras viven por muchos años, muy pocas loras morirán en este año, entonces en total, el tamaño de la población no cambiará mucho. Pero, la edad mediana crecerá . Si esta situación continuará por muchos años, la edad mediana de la población será muy vieja, hasta muchas de la loras empezarán a morir al mismo tiempo, y la población tendrá un choque en números. Eso fué lo que pasó con la Lapa (Ara macao), que en los años pasados se encontraban en todo Guanacaste, pero ahora se encuentran en solo tres lugares de Costa Rica. Muchas otras especies de loras están en la misma situación en los Neotrópicos, con un tercer peligro de las especies; por los cazadores y la pérdida de hábitats.

La misma situación puede ocurrir con la Lora de Copete Amarillo en el ACG. En los últimos dos años, yo estudiaba diez nidos diferentes en el Parque Santa Rosa. De estos diez nidos, los pichones de tres fueron sacados y uno fue depredado naturalmente. En otros dos nidos los pichones desaparecieron, pero yo no sé si fueron sacados o depredados. Solo cuatro nidos tuvieron éxito con pichones. En dos años dieciocho adultos producen solo seis pichones para remplazar en la generación próxima, y no tengo datos sobre cuantos de estos juveniles van a sobrevivir hasta ser adultos. El porcentaje de nidos sacados es probablemente más grande en otros sectores del ACG como Sta Elena, Murciélago, y Junquillal. El resultado puede ser una tragedia: la pérdida de la Lora de Copete Amarillo del ACG.

Hay tiempo para evitar esta consecuencia, y es redoblando la aplicación de las leyes que existen contra el saqueo de pichones hasta cerrar el negocio de venta de pichones. Todos podemos, ayudar para evitar el saqueo de nidos de las loras y una forma es evitando la compra de pichones. Si nosotros no tenemos cuidado, la Lora de Copete Amarillo estaría en el mismo peligro crítico de extinción como la Lapa, y solamente por causa de nuestra avaricia como mascotas. Nosotros debemos trabajar en conjunto por preservar estos miembros fascinantes de la biodiversidad de Costa Rica, el patrimonio de todos.

Referencias:

Forshaw, Joseph M. 1989. Parrots of the World. Willoughby, NSW: Lansdowne Editions.

Stiles, F. Gary and Alexander F. Skutch. 1989. Birds of Costa Rica. Ithica, NY: Cornell University Press.

Beissinger, Steven R., Noel F.R. Snyder. 1992. New World Parrots in Crisis. Washington: Smithsonian Institute Press.

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