El corazón del Área de Conservación Guanacaste (ACG) comprende un solo bloque bio-geográfico ininterrumpido de área silvestre protegida de 163,000 hectáreas, que se extiende desde el área marina en los alrededores del archipiélago Islas Murciélago en el océano Pacifico, pasando por la meseta de Santa Rosa hasta la cima de los volcanes Orosí, Cacao y Rincón de la Vieja de la Cordillera Volcánica de Guanacaste y continuando hasta las tierras bajas del lado caribe del Costa Rica.

El ACG contiene juntos e integrados cuatro de los cinco ecosistemas principales del trópico: marino/costero, bosque seco, bosque nuboso y bosque lluvioso y representa el único transecto conservado de este tipo en el nuevo mundo.

Vista al Bosque Nuboso de Sector Cacao. Foto P. VásquezVista al Bosque Nuboso de Sector Cacao. Foto P. Vásquez

En este bloque biogeográfico que representa aproximadamente el 2% del país y el 13% de la provincia de Guanacaste se encuentran aproximadamente 335.000 especies de organismos terrestres, lo que equivaldría a un 2.6 % de la biodiversidad mundial. En otras palabras, en el ACG existen más especies terrestres que todas las que existen en el norte de México, Estados Unidos y Canadá juntos.

Este ha sido uno de los argumentos fundamentales por lo que el Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO, declaro en 1999, al ACG Silvestre como Sitio Patrimonio de la Humandidad, por cuanto el ACG ha demostrado ser un sitio significante para el desarrollo de grandes procesos biológicos y ecológicos en ambientes terrestres y marinos, entre ellos : a) la evolución, suceción y restauración biológica del bosque tropical seco; b) migración de especies a nivel altitudinal y otros procesos biogeográficos y ecológicos nteractivos entre y a lo largo del transecto de bosque seco del Pacifico, bosque montano y nuboso y bosque de las tierras bajas del Caribe. (UNESCO, criterios N (ii) (iv), 1999, Maruecos).

El ACG nace en 1986 teniendo como base las 10.400 hectáreas del Parque Nacional Santa Rosa (creado en 1971)  con el objetivo de restaurar y conservar hasta la perpetuidad un ecosistema completo de bosque seco tropical y sus ecosistemas adyacentes de bosques nubosos, lluviosos, y zona marino/costera, por medio de su uso sin destrucción por parte de la sociedad local, nacional e internacional.

En sus orígenes la creación del ACG llevó implícito la compra de tierras privadas, contiguas al Parque Santa Rosa -(entre la carretera interamericana y los volcanes Orosi y Cacao)- que tenían suficientes remanentes de bosque para permitir la restauración, sobrevivencia y conservación de las poblaciones de organismos propios del bosque seco, dado que nivel de Mesoamérica este tipo de ecosistema prácticamente ya había sido extinto desde siglos atrás.


Es así como el ACG hoy día, contiene entre otros, la mayor y única muestra de bosque seco que se encuentra desde México hasta Panamá, con un tamaño los suficientemente grande para permitir su conservación a perpetuidad. La otra área protegida de bosque seco más grande se encuentra en el parque nacional Kakadú, en Australia.

Playa Naranjo y la Peña Bruja, Sector Santa Rosa. Foto: L. CapelliPlaya Naranjo y la Peña Bruja, Sector Santa Rosa. Foto: L. Capelli

Una vez adquiridas las tierras para consolidar el ecosistema de bosque seco, el reto principal se centro en revertir los impactos causados por más de 400 años de ocupación humana -( deforestación, ganadería, agricultura, entre otros)-; enfocando los esfuerzos del ACG en detener los incendios en pastizales que amenazaban los fragmentos de bosque seco y la cacería que estaba acabando con la fauna existente.

Borrar las huellas y las cicatrices causadas por varios siglos de ocupación y actividades humanas en el bosque seco del ACG es un proceso gradual y lento, que tardara varios siglos para llegar al estado más original posible de lo que una vez fue el bosque seco a la llegada de los colonizadores. Sin embargo, hoy día se pueden ya apreciar los excelentes resultados de la restauración y recuperación natural pues casi todos los sitios que antes eran potrero u áreas abiertas, están cubiertas de bosque en diferentes etapas de sucesión natural.

Al revertirse el proceso y crear de nuevo el hábitat (bosque) las poblaciones de fauna se han venido recuperando y a su vez se han re-estableciendo los procesos e interacciones ecológicas a nivel del ecosistema y entre ecosistemas vecinos. Hoy día –(y cada vez más)- serán más comunes las migraciones altitudinales de especies que encuentran en el ACG, ese corredor biológico entre ecosistemas que les permite moverse de un sitio a otro.

La Angostura, Península de Santa Elena. Foto F. MatarritaLa Angostura, Península de Santa Elena. Foto F. Matarrita

Aves como los tucanes, que hace 20 años solo se observaban en las montañas, hoy día es posible observarlas en Santa Rosa e incluso cerca de la costa. Mamíferos como el jabalí, cuya población había quedado restringida a las montañas de Cacao y Orosí, se han visto recuperados y han empezado a re-establecer sus rutas de migración hacia tierras bajas.

La migración altitudinal –(desde el bosque seco hacia las montañas húmedas)- de algunas especies –(aves, insectos, mamíferos)- que se presenta normalmente al inicio de la época seca, se ha visto incrementada en los últimos 15 años por los efectos generados a nivel local por el cambio climático global. Es de esperar que en los años que vienen la tendencia sea de un mayor movimiento de especies desde Santa Rosa hacia las montañas, por tanto la restauración y recuperación continua de toda la cobertura vegetal es de vital importancia para asegurar la conservación de las especies.

El ACG, como el único y más grande proyecto de restauración de un ecosistema completo de bosque seco en el trópico, se ha preocupado muy fuertemente por evitar, reducir y/o mitigar los impactos generados por las actividades humanas que pongan en riesgo o vayan en detrimento de los objetivos de restauración y conservación a perpetuidad del ACG. Los costarricenses y mesoamericanos no tendremos otra oportunidad, no existe ningún otro lugar en donde el bosque seco pueda restaurarse y recuperarse a nivel de un ecosistema completo e integrado con los otros ambientes de bosque nuboso, lluvioso y  marino. De ahí la importancia de que las acciones, decisiones y actividades que de una u otra forma pongan en peligro al ACG, reconozcan este contexto y sean evaluadas bajo esta dimensión.

Isla San José, Archipiélago Murciélago, Sector Marino. Foto: L. CapelliIsla San José, Archipiélago Murciélago, Sector Marino. Foto: L. Capelli

Organizacionalmente el ACG opera bajo una sola dirección administrativa y operativa, con funcionarios laborando en programas técnicos especializados en distintas áreas (Educación Biológica, Restauración y Silvicultura, Investigación, Sectores Ecoturismo, Protección e Incendios, Tecnologias de Información, Administración y Recursos Humanos etc...), que se han establecido utilizando una combinación de recursos económicos provenientes de un Fondo Patrimonial, fondos de gobierno y donaciones nacionales e internacionales privadas y públicas.

El accionar del ACG ha estado basado en una serie de principios, entre ellos el que la conservación debe estar basada en el sitio y responder a la realidad biológica, social y económica de la región; las decisiones deben ser tomadas a nivel de la regional, el área silvestre debe ser visualizada como un sector productivo para la economía de la región y el país, y el que la conservación de calidad debe ser sostenible económicamente en el tiempo.

Río Tempisquito, Sector Orosí. Foto: F. MatarritaRío Tempisquito, Sector Orosí. Foto: F. Matarrita

Hoy día el ACG es un importante motor productivo en la economía de la región y es un eslabón más de las áreas protegidas de Costa Rica, que en términos reales están aportando una fuerte inyección de recursos en la ecónomia a través de la bioindustria del turismo. Tan solo en el 2009 gracias a los parques nacionales se generaron  $1357 millones de dólares (CIMPE, 2010), lo que represento un 4.5% del PIB.  

El ACG, ha sido proyecto piloto en el proceso de visualizar y convertir la biodiversidad y sus ecosistemas en un sector altamente productivo en bienes y servicios, sin destruir la biodiversidad silvestre. La bioalfabetización de la población vecina, la fijación de carbono por medio de restauración de bosque, la prospección de biodiversidad para búsqueda de medicinas, la restauración de cuencas hidrográficas, el turismo, la biodegradación de desechos orgánicos, la investigación científica, la valoración de servicios ambientales, como control biológico, belleza escénica y paisaje, producción de agua, son solo algunos ejemplos de los productos de este sector productivo silvestre.

Cara norte del Volcán Rincón de la Vieja. Foto: M. GutierrezCara norte del Volcán Rincón de la Vieja. Foto: M. Gutierrez

El ACG ha sido un experimento piloto de interés mundial. Para lograr lo anterior se necesito la voluntad política y el respaldo institucional al cambio, la creación y consolidación de un equipo humano altamente motivado y permanente, la oportunidad y libertad de tomar decisiones a nivel regional, la filosofía de aprender haciendo, pero sobre todo el deseo de convertir un área silvestre estática y centralizada, en un Área de Conservación descentralizada, dinámica y viva, con visión de futuro, identidad propia, y orientada a su meta principal de asegurar la sobrevivencia de su biodiversidad a perpetuidad.

Desde los inicios del ACG en 1986 a la fecha, se han invertido en este proceso de creación y consolidación del ACG, fondos provenientes de nueve países (incluyendo a Costa Rica), de más de 50 fundaciones internacionales y de más de 10.000 donantes particulares para un monto mayor a los $50 millones de dólares. Más de 300 propiedades fueron negociadas y adquiridas directamente para conformar esta unidad biológica que hoy día esta en proceso de restauración y conservación y que representa el 2% de Costa Rica y es depositaria del 2.6% de la biodiversidad mundial.

Taller de Biodiversidad, Programa de Educación BiológicaTaller de Biodiversidad, Programa de Educación Biológica

Adicionalmente, en la zona de agropaisaje (tierras aledañas y circundantes al área silvestre protegida - aproximadamente 189,847 ha) se desarrollan actividades de diversa índole tendientes a promover un entorno ambientalmente sano, a"través de la Gerencia de Manejo de Recursos Naturales y Oficina Subregional de Liberia. Entre estas actividades" se pueden citar Control Forestal, Fomento," registro y manejo Vida Silvestre (pj. inscripción y permisos de operación de viveros zoológicos y zoocriaderos), Estrategia de tala ilegal, y Pago de Servicios Ambientales (PSA).